martes, 28 de agosto de 2007

LA OTRA CARA DE LA FAMILIA: LA VIOLENCIA



Declaraciones de una testigo
Además de la creciente delincuencia que azota Trujillo existen otras realidades aún más escalofriantes, y es que en nuestra ciudad todos los días una mujer, varón o niño es maltratado física, psicológica o sexualmente. Para profundizar más en el tema es que decidimos visitar la Comisaría de la Mujer para conversar con la Teniente Policía Nacional del Perú Karín Gordillo Fitzcarrald, Jefa de esta unidad.

Cuando llegamos el Superior PNP José Moore Díaz nos recibió amablemente, “la teniente no esta, pero yo puedo ayudarles” dijo. Su ayuda fue importante, nos contó como son los días en la comisaría, los casos tristes e indignantes que a diario se presentan. Su carácter bonachón contrasta con la seriedad y el carácter fuerte del policía común.

Media hora después llega la teniente Gordillo Fitzcarrald, “en qué les puedo ayudar”, dice; nos presentamos y seguido pasamos a su oficina. Es un ambiente bastante formal, hasta triste y mal iluminado, un sillón de fierro tan grande como viejo nos cobija. Está atareada y nos pide que seamos breves.

¿Cómo y cuándo se crea la Comisaría de la Mujer?

En Trujillo se crea el 25 de noviembre de 1991 por disposición del Ministerio del Interior en coordinación con el Ministerio de la Mujer para descentralizar esta dependencia.

La labor de la Comisaría de la Mujer es prevenir y defender del maltrato a las familias, enfatiza. La mayor parte de denuncias son por maltrato físico, como golpes, cortes, empujones; y sicológicos como amenazas e insultos.

Y aunque parece mentira es dentro del seno familiar donde más se evidencian actualmente las denuncias de agresiones físicas, que muchas veces desencadenan en la muerte de la persona agredida.

Con relación a las denuncias por abuso sexual comenta que “gracias a Dios no son tan frecuentes”.
¿Cuál es el tratamiento que le dan a los casos?
Después de denunciar los enviamos al medico legista, luego según la comprobación derivamos el caso a la fiscalía quien se encarga del proceso.

En esta Comisaría el tratamiento de las víctimas de violencia es brindándoles apoyo psicológico de lo cual se encarga la asistenta social quien visita los hogares de los denunciantes y verifica la mejoría y solución del caso.
Además los policías destacados a esta unidad antes de trabajar allí llevan cursos y talleres de preparación con sicólogos y personal experimentado en esa área para ser de mejor apoyo y tener mejor capacitación.

¿Cree que las leyes que regulan la convivencia familiar son adecuadas y eficientes?
Ahora se ha dado una ley que permite la detención inmediata por 24 horas en caso de flagrancia. Esto es adecuado, las leyes en general lo son pero lamentablemente no pueden evitar el maltrato.

“Creo que la labor de la comisaría es buena, tenemos muchas personas que confían en nosotros y están agradecidos. Esto no es gratuito se compra con mucho trabajo y dedicación”, expresa.

¿Cada cuánto tiempo cambian el personal?

Cada año.

¿Esto no les permite compenetrarse mucho con la Unidad?

No es eso. Nosotros trabajamos por vocación, el tiempo es secundario. Además, nos pueden ratificar en el cargo si así lo deciden nuestros superiores.

Somos interrumpidos por un policía que le alcanza un documento a la teniente, esto nos hace recordar lo atareada que está, así que apuramos la entrevista.

En su calidad de mujer, la Teniente se siente identificada con las mujeres que llegan a la Comisaría pidiendo ayuda, que es lo que más le gusta de su trabajo, precisamente AYUDAR.

Por la poca disposición de tiempo con la que cuenta tiene que despedirse no sin antes hacernos partícipes de la visión que tienen: “Tener un albergue para las mujeres maltratadas”, sostiene.

Luego de esta grata y casi apurada conversación decidimos retirarnos, no sin agradecer el trato y la información que nos brindaron. Esto permite tener una visión más amplia de este terrible problema social, pero confiados también en que tenemos policías dedicados y capaces que lucha día a día con esta cruel realidad.

Escrito por:
- Miranda Pereyra, Víctor
- Castillo Rodríguez, Juan
- Cotrina Vargas, Ahiné
- Bolaños Jara, Mariela

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