Cuando vamos a la ciudad universitaria de la UNT, observamos como el frontis de ésta se asemeja a un verdadero festín en cuanto a vendedores de comida al paso se refiere. Para saciar nuestro apetito encontramos desde variados tipos de suculentas hamburguesas hasta la clásica y popular leche de tigre que hasta a la persona más ajena a este tipo de comidas se le hace agua la boca al percibir el olor característico.
A todas horas podemos acercarnos a estos improvisados espacios de comida para saborear desde un suculento desayuno hasta una rápida cena, cualquier hora puede ser hora para comer para el alumnado amante del fast food. Entre las hamburguesas que ofrecen encontramos la tradicional hamburguesa royal, la simple, la choriqueso, la chorihuevo, pollo a la rusa, la de hot dog, entre otras; desde el cómodo precio de 1.50 hasta 3.50 que son de fácil acceso al público consumidor que mayormente son los universitarios.
Estos vendedores ambulantes de comida rápida se sitúan frente a la puerta principal de la Universidad Nacional de Trujillo de lunes a sábado desde las siete de la mañana hasta aproximadamente las diez de la noche, con el único fin de ganarse el pan de cada día y así poder sustentar a su familia.
Sabemos que para dichos ambulantes su necesidad primordial de comercializar diversos alimentos es el factor económico principal de sus hogares, por ello cada día de trabajo es una nueva jornada de lucha por lo que día a día tienen que lidiar con el desempleo. Además todos los días deben enfrentarse a los diversos peligros de la calle.
Llevan muchos años en este trabajo y en este lugar y ya se han posicionado muy bien entre la numerosa juventud universitaria. El secreto de ser los preferidos entre el alumnado universitario radica en los económicos precios de los productos que ofrecen, en la cantidad de estos y el sabor que los diferencia.
Los dueños de estos fast food manifiestan que los estudiantes los prefieren frente a los cafetines universitarios sobretodo porque por la misma cantidad de dinero que los alumnos pagan en un cafetín universitario, estos a diferencia les proporcionan una mayor cantidad en el producto; como por ejemplo, una hamburguesa más grande o un vaso con café gratis en temporada de invierno y al mismo precio.
Esta diferencia en los productos y la preferencia que poseen de los alumnos frente a los cafetines universitarios es lo que ha ocasionado que los cafetines universitarios presenten una queja ante las autoridades correspondientes para que estos vendedores ambulantes sean desalojados del lugar que durante años venían ocupando. Los cafetines alegan que los vendedores ambulantes les están quitando el negocio y que están quebrando ya que los estudiantes prefieren comprar los productos de los ambulantes antes que a ellos y por ello se están quedando sin clientela.
Tal queja surtió efecto al inicio de esta semana y los vendedores ambulantes de tener un trabajo inestable, pero al fin y al cabo trabajo, pasaron a convertirse en hijos del desempleo, ya que como consecuencia de la queja interpuesta, después de tantos años de esforzado trabajo y ardua labor para conseguir una amplia clientela, tuvieron que marcharse del frontis de la ciudad universitaria.
Pero ésta no es la primera vez que un desalojo como éste ocurre, ya en otras ocasiones ha sucedido lo mismo, pero siempre regresan al lugar en que se convirtieron en los preferidos cuando alguien tenía un poco de hambre y también poco dinero.
Una de las ambulantes ahora se ha ubicado en la esquina de la ciudad universitaria, los demás no se sabe dónde se encuentran, ni si volverán. Y por esto son muchos los alumnos que ahora los extrañan y se preguntan dónde están y cuándo regresarán.
Aunque parezca mentira, ahora que los estudiantes pasamos por la ciudad universitaria, ésta se percibe algo vacía y desolada, ¿Será talvez que estos vendedores son los que le dan vida al frontis universitario? ¿Regresarán como siempre lo hacían o esta vez se marcharán para siempre?. Estas son algunas de las preguntas que quedan en el pensamiento de los alumnos universitarios y que no sabemos que respuestas tendrán.
1 comentario:
No comentes. Debe ser una crínica: vivencias, objetivas, subjetivas, pero crónica. No reportaje. Reestructurar, antes de colgar la información en el blogs.
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