“LAS MUJERES TAMBIÉN PODEMOS”

De lunes a viernes enfrentando el incremento del frío en la ciudad, Celia Reátegui Vallejos trabaja en el grifo “PRIMAX” en la esquina de la Av. Gonzalo Ugas y Leoncio Prado en la ciudad de Pacasmayo.

Un cuaderno, lapicero y su recibo de compra acompañan a “Celi”, como gusta que le llamen, en su puesto de venta “A mis 26 años voy trabajando en dos estaciones de grifos el primero estuve solo 2 años y aquí llevo ya 3 meses” responde a las primeras preguntas mientras atiende a sus clientes sin dejar de sonreír.

Con la voz un tanto trabada por el tembleque que sufría su cuerpo a consecuencia del excesivo frío que azota las mañanas pacasmayinas mencionó que al igual que las demás trabajadoras y trabajadores pasan por una evaluación “mayormente evalúan la habilidad que tienes haciendo factura, dar vuelto y sobretodo la amabilidad que debes tener con el cliente por más espeso que sea”.

Para ella el trabajar en un grifo tiene sus altas y bajas “es un trabajo interesante pues conoces diversa clase de personas, incluso de alta categoría, así podré entrar en otra clase de trabajo porque no pienso quedarme aquí toda la vida. Gracias a Dios no me han robado, pero existen algunos clientes renegones, creídos y otros que piropean pero trato de atenderlos rápido y no darles importancia” respondiendo entre risas, su peculiar manera de ser.

Espera un momento me dijo y cortamos la conversación porque su jefe la llamó.
¿Hay problemas? Le pregunté, pero de inmediato me contestó que no. Me daba mi horario de trabajo de la semana entrante, respondió, regresando a su puesto de trabajo donde nuevamente la esperaban sus herramientas de trabajo y un cliente más para atender.

Un uniforme de colores naranja y azul la acompañan medio día de 6am a 2pm o de 2pm a 8pm según el horario que el señor Elmo Martínez, jefe de Celi, le alcance a ella y sus demás trabajadoras. “el señor Elmo es una gran persona, es tratable, buen jefe, es respetuoso. Si algún cliente se quiera propasar con alguna de las trabajadoras, él rápidamente interviene, como sucedió anteriormente con una ex trabajadora del grifo”, respondió con un tono de admiración por la loable labor de su jefe mientras volvía a contar una y otra vez para dar vuelto ágilmente y no equivocarse mientras conversaba conmigo.

Siendo tu jefe buena persona, entonces tendrán algún beneficio en los días festivos le pregunté, “Sí, por ejemplo en el día del trabajador nos hicieron un agasajo a todos y en el día de la madre repartieron canastas sólo a las madres que trabajan en el grifo, osea a mi no”, respondió entre carcajadas.

Con los 500 soles mensuales que gana, de alguna manera u otra le alcanza a cubrir sus necesidades. Vive sola luego que sus padres concluyeran su labor de educarla dándole estudios superiores “estudié para profesora de educación inicial en el Instituto Superior Pedagógico “David Sánchez Infante” de San Pedro de Lloc, pero aún no me entregan mi título y la verdad aquí no encontré vacante, así que espero me entreguen mi título de inmediato para irme a Lima y postular a una plaza” contesta ilusionada con poder ejercer la profesión por la cual luchó e ilusiona ejercer.


En sus ojos había una mirada desesperante que casi culminaba en lágrimas cuando aclaró que…“En esta vida la persona que no arriesga no gana. La vida nos brinda oportunidades y las mujeres ya no nos podemos quedar atrás, los tiempos cambian, la vida cambia, hasta nosotras cambiamos. Ya no somos las que nos quedamos en casa a esperar el dinero del esposo, como lo hacía mi mamá, ambos tenemos que trabajar, ambos tenemos que sudar y sacarnos el ancho para brindarle lo mejor a nuestros seres queridos”.

Concluye que la persona no tiene impedimento para trabajar, “si no hay en una habrá en otra. Nosotras las mujeres también podemos trabajar en lo que sea, no hay obstáculo que nos detenga, aún si son madres y tienen que mantener a sus hijos o su familia; gracias a Dios yo sólo trabajo para mí, formaré mi familia el día en que pueda brindarle algo más a mis hijos”.