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Claudia Castañeda Cruzado

TERRITORIO COMANCHE: HISTORIA DE VERDAD

Leer Territorio Comanche es entrar en una historia de guerra. Es la historia del peligro, es aquella historia donde las personas difícilmente pueden entrar, pero que a través de las historias que poco a poco los protagonistas van contando te hacen ver su mundo de una manera fantástica, real sujetas a un solo objetivo, alguna prueba que constate sus historias.

Esta historia de ficción, tanto objetiva como subjetiva, transcurre en el puente de Bijelo Polje, la vía necesaria para obtener la fotografía más esperada y la que pueda constatar hechos de la guerra, pues ésta será detonada. Es ahí donde empiezan los recuerdos con los dos corresponsales de guerra que se adentran en la ex-Yugoslavia con motivo de obtener información que ayude a lo que ellos están buscando. Es así que los sucesos que en ella ocurren traen recuerdos que retrospectivamente vienen a la mente del protagonista, aquellos que cronológicamente no suelen ser tan exactos, pero que la realidad de sus evocaciones nos hace sentir tan cerca de lo que vivió.

Territorio Comanche se interesa por acercarnos fácilmente a ese mundo de las guerras, detonaciones, tiroteos y miedo sin tomar tanto en cuenta el actuar de los personajes, tan solo sus recuerdos, y su presente nos muestra la verdadera cara de su trabajo, ya que en ese mundo no solo ocurre tristezas y espantos sino que también las bromas y la alegría están puestas en escena dentro de lo escalofriante.

Además esta historia se nos hace fácil por el lenguaje tan sutil, coloquial y vago que nos muestra, sin tecnicidad más que en las herramientas bélicas.

Pero aquellos recuerdos que siempre se nos pone a la luz tienden a llevar nuestra visión e interés por otros rumbos que escapan de lo principal, Territorio Comanche, para acercarnos más a temas pasados que aunque en pocas ocasiones nada tienen que ver con la historia que ellos mismos están narrando.

Esta historia nos acerca más a los detalles de sus recuerdos que a los sucesos en los momentos que pasan en la guerra de la ex-Yugoslavia, pero estos acontecimientos aunque se encuentran en pocas partes de la historia nos crean el suspenso en lo que pasara a cada paso del territorio con los personajes. Sentir que te ven con los rifles aunque tu no los veas o caminar por sitios tan hostiles para encontrar una toma que refleje los momentos bélicos y sentir que a cada paso que vas puedes caer en una red de explosivos y detonar tu en vez del puente en cuestión de segundos, es con lo que se vive en cada línea de la historia, porque cada lectura que das a los párrafos de la historia te hace participe de ella como si fueras tu el que esta a punto de morir o vivir con aquella prueba de horror que será vista por el mundo entero. Lo que también nos muestra con sus recuerdos es la experiencia que uno poco a poco va adquiriendo en torno a temas como este, la guerra, el saber los lugares de los territorios minados o la consecuencias que las explosiones trae o acostumbrarse a ver el horror y el espanto de la gente bajo escombros sin que tengas fuerzas o ganas de sentir pena o llanto.

La historia en Territorio Comanche transcurre en pocos días pero en las que el narrador los hace ver tan largos por las explicaciones tan a fondo y tan rebuscadas para que la comprensión sea fácil y que nos interese mas, ya que en los detalles esta el gusto por seguir la lectura a cada paso de los personajes y sus recuerdos.


Los argumentos de esta historia transcurren en el puente de Bijelo Polje donde de él y el recuerdo de los protagonistas dependen el desenlace y el objetivo de Territorio Comanche. Y de esta manera es como Arturo Pérez Reverte nos pone ante nuestros ojos el mundo de lo bélico, lo peligroso y el miedo, recordando junto a él aquellas experiencias que por 21 años le toco vivir cuando era corresponsal de guerra.