jueves, 24 de mayo de 2007

"TERRITORIO COMANCHE"

Si bien es cierto que los países poderosos buscan el poder territorial a través de guerras, masacre, atentados, etc; nosotros no conoceríamos de éstas sin antes haber estado en el lugar de los hechos o haberlos observado a través de la televisión, donde el reportero cumple una buena función siendo uno más de los soldados, con su única arma: la Betacam.

En esta primera parte de “Territorio Comanche”, Arturo Pérez Reverte (autor) muestra claramente el panorama del reportero profesional y amante de su vocación que se involucra en la guerra de la ex Yugoslavia, enfrentando la visión más real de los acontecimientos.

Nos redacta paso a paso los momentos vividos de estos dos compañeros reporteros que con experiencia en otras guerras viven una más en sus vidas. Ellos cuentan sus emociones, sus sentimientos, sus miedos, sus logros durante y después de grabar una guerra, pero esencialmente realzan el tema de amistad. Sienten la aventura y el peligro desde muy jóvenes con el esfuerzo y la dedicación que debe tener presente un profesional en su carrera.

El reportero tiene acostumbrado a tomar las imágenes crudas y frías que, aunque son necesarias, de alguna manera u otra, se tomará conciencia en la matanza de tropas que están al mando de sus jefes que “no mueven ni un dedo” en las guerras pero de lo contrario se llevan las condecoraciones del caso, como si hubiesen arriesgado sus vidas en el terreno dejando de lado a los verdaderos héroes guerrilleros. Esto no quiere decir que esté a favor de las guerras; pero, según mi parecer, las imágenes por más fuertes que sean no tienen por qué revelarlas, mucho menos burlarse de los cadáveres llamándolos “sexsymbol”, por más historia que sea parece una falta de respeto hacia la familia de los difuntos.

La novela se centra en una simple anécdota: el joven reportero de la cámara quiere grabar la voladura de un puente, y se teme que los maten en el intento; así, nos vamos enterando de cómo es la vida del periodista de guerra, de cómo son las guerras detrás de las cámaras, y de las historias crueles que se van mencionando en el transcurso de la obra. También es bueno resaltar los recuerdos de dos compañeros que han pisado tantos muertos como países en conflicto. Las narraciones específicas de los muertos se repiten, y entre más crudas son para el lector, más indiferentes son para los protagonistas, para quienes su mayor preocupación es que la noticia se cubra a tiempo para la transmisión del noticiero a pesar de las bombas y los muertos que se encuentran al paso. En “Territorio Comanche”, el periodista arriesga su vida por una buena toma y por una historia que la acompañe.

La historia del autor coincide exactamente con nuestra realidad, muchos de los reporteros salen a cubrir la información completa y exacta arriesgando sus vidas exponiéndose a un bang-bang de quien sabe dónde y cuándo caerá. El lenguaje en su narración es claro y preciso, entendible para una mejor comprensión de los hechos escritos. El humor, referido a los muertos, es un poco burlón, que especialmente no fue de mi agrado.

Pérez Reverte, un hombre que fue durante muchos años reportero de guerra. Valiente como pocos, capaz de arriesgar su vida con el fin de emitir la noticia y la información a la ciudadanía, su fiel reflejo se muestra en “Territorio Comanche” que aquí se comenta.

Es posible que tras leer este libro más de uno se de cuenta del inmenso valor del trabajo que estos profesionales realizan en los frentes de batalla. Frentes en los que no fueron invitación, pero en los que muchas veces dejan sus vidas y todo por ofrecer siempre la noticia allá donde esté, sin importar los riesgos que se corren por obtenerla.

Particularmente estas primeras páginas de Arturo Pérez, causó en mí una sensación de admiración en los personajes de la obra, pues hay que ser muy valientes para ir hacia el lugar de batalla donde muchas veces es difícil que sobrevivas, donde muchas veces tienes que armarte de valor y no salir corriendo al primer sonido de disparo. “Territorio Comanche” es una historia única.

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