jueves, 24 de mayo de 2007

EDUARDO QUIRÓS SÁNCHEZ: "UN MAESTRO DE MAESTROS"

Eran las 10 de la mañana del día sábado, cuando escuché en la radio una noticia lamentable para la sociedad liberteña. Mencionaban que un señor de nombre Eduardo Quirós Sánchez había fallecido. Para ser sincera poca importancia le tome, ya que no sabía quién era.

El lunes en horas de clase, el profesor dejó un trabajo acerca de un hombre intachable, un maestro de maestros que concluía su misión en nuestro espacio terrenal. A sus 85 años, él había sido fundador y Decano del Colegio de Periodistas del Perú filial La Libertad, en el período 1991-1992, y en donde le brindarían el último adiós para partir al cementerio de Miraflores.

Emocionada por saber de él, me trasladé al Colegio de Periodistas, encontrando grandes profesionales de antaño. Sus rostros tristes ingresaban para esperar el cuerpo sin vida del amigo y colega que siempre admiraron por su capacidad de enseñanza y sacrificio en su profesión. Las horas transcurrían mientras yo conversaba con diferentes personajes que conocieron a Eduardo Quirós como colega, amigo y padre responsable, dejando muy en alto el nombre de su familia. Ellos contaban anécdotas vividas con él, recuerdos que nunca olvidarán y enseñanzas que siempre ejercerán. Todos de un modo u otro simplemente decían: “Eduardo es un maestro de maestros”.

Sus amigos lo llamaban “Chino” Quirós o “flaco” Quirós, que como buen católico supo perdonar a quién fuera un amigo de la familia pocos días antes de partir; además de ello, y para sorpresa mía, me contaron que impartió clase estando hospitalizado a sus alumnos de la Universidad Particular Antenor Orrego del cuál fue Decano de la Facultad de Comunicaciones.
Aunque no haya visto ni leído sus obras, sus allegados narraron que fue escritor y poeta, habiendo trabajado en el “Liberal”, “La Nación” y en el programa “La Voz de la Calle”.

Con las anécdotas y los recuerdos de éste ilustre personaje, la nostalgia fue desagarrando mi ser, mis ojos se enrojecieron tratando de expresar mi pena y los por qué flotaban en mi mente: ¿Por qué no tuve la dicha de haberlo conocido en vida? ¿Por qué no le hice una entrevista? y sobretodo ¿Por qué el Dios nos quita a las personas más queridas?

Una voz a lo lejos decía “ya están aquí” y corriendo salí a recibirlo. Un nudo en mi garganta me impedía hablar; ahí, frente a su féretro observaba detenidamente como ingresaba en el recinto que con sus propias manos edificó. Los familiares, amigos, colegas, alumnos y periodistas se involucraron rápidamente en el lugar para homenajear y darle un último adiós.

Rápidamente encendí mi reportera en el momento que el actual Decano del Colegio de Periodistas expresaba con nostalgia la labor en vida del maestro el cual “es un ejemplo a seguir”. Cada vez más me llenaba de orgullo aquella persona que todos admiran y seguirán admirando. Pasado este momento prosiguió el Primer Vicedecano del Colegio de Periodistas, Dr. Víctor García Zavaleta que en su momento dejó mostrar sus sentimientos al pronunciar palabras entre cortadas acerca del hombre que trabajó con él una y otra vez sin descansar, pues para Quirós el trabajo nunca terminaba.

El homenaje concluyó con las palabras de su hija Marcia. Su dolor, se reflejó en todo momento teniendo presente la calidad de padre que lleva Dios a su lado; así, partieron hacia el cementerio.

Sus colegas periodistas lo recordarán siempre con esta frase: “Este es mi mundo, la razón de mi vida y sólo lo dejaré cuando las fuerzas ya no me acompañen”.

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