Por Paredes Vizueta Fred
Conforme avanzamos en las clases, nos damos cuenta que la labor periodística es más que el simple hecho de escribir un articulo o de redactar una noticia, porque quienes verdaderamente dicen llamarse periodistas o comunicadores, son aquellas personas capaces de arriesgar su propia vida por un ideal, por lo que creen y por lo que piensan.
Este es el caso de los corresponsales de guerra que siempre se encuentran en continuo peligro, debatiéndose entre la vida y la muerte; con la finalidad de cubrir un hecho noticioso.
Claro ejemplo de ello es “Territorio Comanche”, que narra las peripecias que vivieron dos corresponsales de guerra (Márquez y Barlés) en la ex -Yugoslavia. Esta historia nos muestra las dos caras de la moneda de una guerra, por un lado está el profundo pesar que pueden vivir todos aquellos que están implicados en la misma, con todas las tragedias que acontece una guerra; y por otro lado está el de dos seres humanos que se encuentran encerrados en un mundo de tinieblas en el cual la supervivencia va más por el hecho de contar la noticia y de dar a conocer una historia que a muchos nos parece lejano y esquivo.
Barlés se presenta como un admirador de lo que hace su compañero de labor Márquez, quien es un tipo maduro, y de carácter rudo, el mas rudo de todos los tipos que conocía, que mientras todos podían llorar al ver el cadáver de un niño con las cabeza aplastada, él no permitía que las lagrimas no le dejen enfocar bien y era por esa razón que no lloraba; los demás lo respetaban por lo que reflejaban sus imágenes … “No es que Márquez fuese la guerra; sus imágenes eran la guerra”.
Ambos eran acérrimos amantes de la noticia, cada uno aportaba lo mejor de sí, Márquez con su experiencia, eficiencia y certeza para captar los mejores momentos del conflicto; Barlés por su lado, con su cautela, inteligencia y eficacia en difíciles situaciones, humanizaban a la población que era inconciente que detrás de las imágenes que se suelen mostrar de una guerra, en las cuales se ven reflejado el sufrimiento, la tragedia, el dolor y la muerte; no solo es para quienes salen allí, sino que también es para quienes se atreven a capturarlas y mostrarlas.
Y con esto daban a conocer al mundo entero de los sucesos más lamentables y desgarradores que los seres humanos podemos experimentar, porque ellos estaban allí, veían como amigos, padres, hijos y hermanos caían sin que ellos pudieran hacer algo, sin poder detener tanta maldad, tanto odio por otro ser humano, tanta inhumanizacion y tanto rencor. No existe razón ni justificación alguna para los deplorables hechos vistos muy de cerca por estos valerosos “hombres de prensa”.
Esta obra presenta un lenguaje del tipo informal inclinándose al lado coloquial, basada es la jerga periodística, que es utilizada ampliamente por sus personajes para narrar los acontecimientos y sucesos ocurridos durante su episodio de Yugoslavia. Arturo Pérez Reverte nos mantiene a la expectativa de lo que puede pasar con los personajes ya que se encuentran en una zona de guerra en la cual ellos podrían “caer” en cualquier momento. El autor al capturar toda la atención del lector se da el lujo de narrar historias paralelas que sirven para conocer un poco más el ambiente donde se desarrolla la acción y también como un truco para confundir al lector que siempre esta concentrado a cualquier variación por parte del escritor.
Sin lugar a duda “Territorio Comanche” es un testimonio vivo de hechos reales que aquejan a nuestro planeta y que son el reflejo de un malestar que agudiza cada vez con mayor intensidad, un problema del cual no hay solución mas que concientizarnos nosotros mismos sobre la guerra, que no es cosa de juego se trata de “vivir”; a la vez dicha obra rinde un homenaje a aquellos grandes mártires que no figuran en los libros de historia pero estuvieron ahí cuando se escribió.
Este es el caso de los corresponsales de guerra que siempre se encuentran en continuo peligro, debatiéndose entre la vida y la muerte; con la finalidad de cubrir un hecho noticioso.
Claro ejemplo de ello es “Territorio Comanche”, que narra las peripecias que vivieron dos corresponsales de guerra (Márquez y Barlés) en la ex -Yugoslavia. Esta historia nos muestra las dos caras de la moneda de una guerra, por un lado está el profundo pesar que pueden vivir todos aquellos que están implicados en la misma, con todas las tragedias que acontece una guerra; y por otro lado está el de dos seres humanos que se encuentran encerrados en un mundo de tinieblas en el cual la supervivencia va más por el hecho de contar la noticia y de dar a conocer una historia que a muchos nos parece lejano y esquivo.
Barlés se presenta como un admirador de lo que hace su compañero de labor Márquez, quien es un tipo maduro, y de carácter rudo, el mas rudo de todos los tipos que conocía, que mientras todos podían llorar al ver el cadáver de un niño con las cabeza aplastada, él no permitía que las lagrimas no le dejen enfocar bien y era por esa razón que no lloraba; los demás lo respetaban por lo que reflejaban sus imágenes … “No es que Márquez fuese la guerra; sus imágenes eran la guerra”.
Ambos eran acérrimos amantes de la noticia, cada uno aportaba lo mejor de sí, Márquez con su experiencia, eficiencia y certeza para captar los mejores momentos del conflicto; Barlés por su lado, con su cautela, inteligencia y eficacia en difíciles situaciones, humanizaban a la población que era inconciente que detrás de las imágenes que se suelen mostrar de una guerra, en las cuales se ven reflejado el sufrimiento, la tragedia, el dolor y la muerte; no solo es para quienes salen allí, sino que también es para quienes se atreven a capturarlas y mostrarlas.
Y con esto daban a conocer al mundo entero de los sucesos más lamentables y desgarradores que los seres humanos podemos experimentar, porque ellos estaban allí, veían como amigos, padres, hijos y hermanos caían sin que ellos pudieran hacer algo, sin poder detener tanta maldad, tanto odio por otro ser humano, tanta inhumanizacion y tanto rencor. No existe razón ni justificación alguna para los deplorables hechos vistos muy de cerca por estos valerosos “hombres de prensa”.
Esta obra presenta un lenguaje del tipo informal inclinándose al lado coloquial, basada es la jerga periodística, que es utilizada ampliamente por sus personajes para narrar los acontecimientos y sucesos ocurridos durante su episodio de Yugoslavia. Arturo Pérez Reverte nos mantiene a la expectativa de lo que puede pasar con los personajes ya que se encuentran en una zona de guerra en la cual ellos podrían “caer” en cualquier momento. El autor al capturar toda la atención del lector se da el lujo de narrar historias paralelas que sirven para conocer un poco más el ambiente donde se desarrolla la acción y también como un truco para confundir al lector que siempre esta concentrado a cualquier variación por parte del escritor.
Sin lugar a duda “Territorio Comanche” es un testimonio vivo de hechos reales que aquejan a nuestro planeta y que son el reflejo de un malestar que agudiza cada vez con mayor intensidad, un problema del cual no hay solución mas que concientizarnos nosotros mismos sobre la guerra, que no es cosa de juego se trata de “vivir”; a la vez dicha obra rinde un homenaje a aquellos grandes mártires que no figuran en los libros de historia pero estuvieron ahí cuando se escribió.
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