ENTRE LA REALIDAD Y LA FICCIÓN:PERIODISMO Y LITERATURA EN TRUJILLO

ÉLITES LITERARIAS Y PERIODISMO EN TRUJILLO

En la ciudad de Trujillo en un principio la literatura estuvo ligada a las élites aristocráticas conformadas por pequeños grupos que a través de su prosa le daban estética a sus palabras. Es ahí cuando, Hipólito Hunanue y José Faustino Sánchez Carrión, demostraron a través de la pluma su gran calidad literaria. Luego serían escritores en el Mercurio Peruano de Lima y El Nuevo Día del Perú, en Trujillo, respectivamente; y el Gran Solitarios de Sayán , que salían de una pequeña imprenta par ser transportadas por una carreta en las jornadas de la campaña emancipadora de Bolívar

El Centinela fue un periódico cuya aparición inaugural apareció en Santiago de Chuco. Se encargó de informar acontecimientos revolucionarios en el país. En este periódico se reflejó la prosa consistente y bella del tribuno de la República.

Desde un inicio se ha vinculado a la literatura con el periodismo, pues no se puede negar que ambos se relacionan y complementan. Prueba de ello es que actualmente se habla de un periodismo literario, éste utiliza en sus reportajes y testimonios, técnicas de narración literaria para presentar sus escritos de manera estética y atraiga al lector. De la misma manera la literatura necesita del periodismo, para que sin escapar de la ficción de sus novelas, juegue con la realidad y la sumerja en sus historias, para conseguir mayor credibilidad.

El contacto que se da entre la literatura y el periodismo es innegable, hasta podría decirse que el perfecto mensaje periodístico debería ser, como el producto literario, una obra de arte, donde la estética se refleje en las palabras y atraiga a los lectores, a través de las técnicas literarias.

La mejor arma para que la prensa escrita prevalezca, está en la utilización de la estética y afirmación de la credibilidad. Ese ha sido su principal objetivo y el más trascendental aporte del llamado nuevo periodismo o novela de no ficción.

Todos los escritores literatos y escritores periodistas emergieron en diversas élites en Trujillo. Se introducían en la narrativa o en la poesía, para transmitir a través de los medios que los acogieron sus escritos. Entre los más distinguidos grupos se encuentran: La Primavera, Trujillo, Cuadernos Trimestrales, Peña del Mar, Trilce, Aramauta, entre otros.

El quincenario La Primavera, fue fundado como “órgano literario de la juventud de Trujillo”. Sus directores fueron Celso Santelices Márquez y Raúl Edmundo Haya Cárdenas. El primer número salio el primero de enero de 1889 con poéticas y optimistas líneas: “Sepultemos el año de 1886 que descendió a su ocaso nuestra inacción. A los primeros rayos de sol de enero, levantemos nuestro vuelo a regiones más dilatadas donde podamos aspirar un ambiente más puro, y ante la hermosa perspectiva de un porvenir risueño, valiente, y, resueltos, marchemos a conquistar la historia de mañana”. Estas frases nos reflejan la utilización de técnicas literarias que utilizaron el grupo de “La Primavera” para atraer a todos los lectores. Brindando así una nueva alternativa en prensa escrita.
Este quincenario informaba sobre acontecimientos políticos, institucionales y sociales de actualidad, insertó la columna sucesos y comentarios. Cumplió con la emprendedora labor de difusión de la producción literaria de los integrantes del grupo, llegando así convertirse en el informativo de la actividad cultural peruana e internacional. LA Primavera tuvo mucha acogida en la prensa local y extranjera, con fines de ampliar su ámbito de difusión, realizó un intercambio de colaboraciones con publicaciones de la prensa limeña y extranjera.

La Primavera “Desapareció en 1889 presuntamente por falta de papel, debido a que la ciudad de Trujillo estuvo azotada por diversos estragos que repercutieron en su desarrollo. Menciona Bázan Vera (profesor y periodista).

Otra élite que causó reconocimiento tanto en literatura como en periodismo es el Grupo Trujillo. El grupo no buscó una identidad nominal, y desde el exterior era reconocido como Grupo Trujillo, hasta que Juan Parra lo denominó públicamente la Bohemia de Trujillo, en semejanza con la intelectualidad limeña. Puesto que era un grupo equilibrado de jóvenes intelectuales que pretendían expresar su mensaje hacia la colectividad. Entre los más reconocidos tenemos a: Antenor Orrego, era un filosofo y crítico de arte; Garrido; que César Vallejo, revolucionario en poesía peruana que marcaría el ingreso triunfal del Grupo Norte en la historia literaria de América y el mundo; Víctor Raúl Haya de la Torre, Ciro Alegría, entre otros.

Cuadernos Trimestrales fue el nombre de otra agrupación que pretendía publicar sus poesías, a través de su revista especializada denominada Cuadernos Trimestrales de Poesía, en donde cada número aparecía con un titulo de gran contenido poético que daba inicio a los temas que abordarían.

Entre los integrantes más reconocidos en este grupo se encuentran Antonio Corcuera Díaz, quién publicó numerosos artículos, prólogos, antologías poéticas obteniendo así la premiación y reconocimiento de sus poemas breves; Julio Garrido Malaver, quién ganaría el certamen de los Juegos Florales de la Primavera de 1940, entre otros. Sin duda éste grupo a través de su revista cumplió una eficiente labor difusora del arte, en general, y de la poesía en particular dentro y fuera del país.

agrupaciones tenemos a “Peña del Mar, relata Manuel Jesús Orbegozo Hernández (Otuzco, 1923) – nació en Trujillo en 1949 por la voluntad de un grupo de jóvenes enamorados de la literatura, pero también de la amistad y la vida. Eran participes de la estética que reflejaba su corazón a través de las palabras. EL Grupo Trilce y el Grupo Aramauta, también incursionaron en el periodismo y la literatura.

No hay duda que estas generaciones de escritores periodistas, escritores literatos, han marcado un hito en la literatura y el periodismo de nuestro país, Latinoamérica y porque no decirlo también del mundo. Prueba de ello es que sus obras aun prevalecen a través del tiempo y han sido leídas y serán leídas a través del tiempo. El producto que se obtiene del periodismo y la literatura debe ser considerado una obra de arte, reflejada en la palabra.