lunes, 11 de junio de 2007
¡Tengo hambre...y tú?
Pan con pollo, pan con huevo que te sirvo amiguito”. ¿Quién no ha escuchado ese sutil llamado cuando intenta cruzar a pista para entrar a la Universidad Nacional de Trujillo?. Son los famosos desayunos al paso. Parece que las señoras que venden desayunos le ganan al gallo, porque son las primeras en llegar y colocarse frente a la universidad.
Pero la mañana avanza y llegan otras alternativas alimenticias como son las hamburguesas. Luego, llega la tarde, se va el solcito (si es que hubo) y hacen su aparición los peruanísimos anticuchos, papas rellenas y los infaltables picarones. No se equivoquen, esto no es un festival gastronómico, todo esto lo puede encontrar diariamente al frente de la UNT.
Son las 6:50 a.m., la mañana esta fría, pero eso no es impedimento para que los desayunos estén listos para ser erguidos por los hambrientos y friolentos universitarios. Es seguro que más de uno ha sucumbido a la tentación de comprar un pancito o tomar avenita con leche, quinuita calientita o algún juguito (todos con diminutivo para transmitir cariño al publico). Las vendedoras vuelcan todo su instinto maternal en los estudiantes.
– “¿Cómo estas hijito?” Preguntan.
– “Bien señora, no entré a clases por que
el profe es aburrido”. Responde el vivazo estudiante.
– “¿Como es eso?,
tienes que estudiar por que la vida cada vez es mas dura, aprovecha tu que
puedes”. Así aconseja Gina a uno de sus fieles clientes mientras le pone más
mayonesa a su pancito con pollo de tan solo 0.50 céntimos.
Ya son las 11:30am y ya es hora de que Gina y sus colegas vayan vendiendo el último pancito y la ultima gota de avena por que para esa hora ya habrá hecho su aparición el veterano, el único e inigualable “Don Tonny” que ya es un icono en la Av. Juan Pablo II. Don Tonny es el engreído de los estudiantes. Éstos, si bien ya han encontrado unas madres sustitutas en las señoras que venden desayunos, la figura paterna está cubierta por Don Tonny.
– “¿Qué te sirvo hijito?”
– “Una hamburguesa Royal de S/1.50 que parezca de S/ 2.00”.
– “Ya hijito. ¡Sale una Royal!” Responde Don Tonny.
Pero Don Tonny no esta sólo en el mundo de las hamburguesas, al otro lado tenemos a “Dragón Burguer”, el novato, que poco a poco quiere hacerse conocido. Para lograr este objetivo tiene que armarse de mucha paciencia porque diariamente, el patriarca de las hamburguesas, arrasa con la clientela universitaria. Ambos terminan su faena al promediar las 10:30pm.
Además de “Don Tonny” y “Dragón Burguer”, alrededor de las 5.00pm llegan los anticuchos de corazón (que esperemos realmente sean de corazón), las papas rellenas de carne y cebolla (más cebolla que carne) y los picarones con miel. Todas estas exquisiteces están al alcance de los bolsillos de los universitarios que, dejando muchas veces de sacar copias, prefieren llenar la barriga. Total, las copias no se comen.
Todo este festín gastronómico que comienza desde temprano es una buena alternativa para los alicaídos bolsillos universitarios que a veces se encuentran en estado funerario. Es una salida por que con sólo un sol pueden tomar un desayuno y, con 0.50 céntimos más, pueden adquirir una hamburguesa de carne (que ojalá sea 100% carne) con papas al hilo y ensalada, con la facilidad de echarle la cantidad de cremas que quieran para así hacer más rica y grasosa la hamburguesa.
Pero no todo en la vida es felicidad y nada dura para siempre. Desde el 4 de junio la policía municipal hizo efectiva la advertencia ya había hecho hace 2 semanas. Ese lunes, los municipales llegaron muy temprano y no permitieron que Gina y compañía se colocaran en el lugar de siempre. Ellos querían la avenida limpia de vendedores. Fue por ello que ese día Gina y sus amigas no se colocaron como de costumbre en la avenida, sino que tomaron por asalto la calle San Andrés a vender. Hasta ese lugar llegaron por cuenta gotas los desconcertados universitarios. “La venta no es igual, vendo la tercera parte de lo que vendía en la avenida. Este problema con los azules no es de ahora, siempre es así, pero nosotros ganamos porque al final ellos se cansan y dejan de venir a botarnos” dice Gina, que lleva 10 años en el negocio de los desayunos.
Ellas no fueron las únicas que se instalaron en San Andrés ya que más tarde hizo lo propio “Dragón Burguer”. En la tarde, la nueva ubicación no fue impedimento para que los anticuchos, las papas rellenas y los picarones se vendieran. El único que no apareció en la escena fue “Don Tonny”.
Parece que la nueva ubicación del festival gastronómico es la calle San Andrés, pero ¿Lo será por mucho tiempo? Quién sabe. Mientras tanto, los vendedores están jugando al gato y al ratón con los municipales. Este jugo acabará cuando una de las dos partes se canse y ceda.
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1 comentario:
BienGloria: el estilo ha mejorado, pero continuar reajustado el texto. Creo que tu titular quedaría mejor así ¡Tengo hambre...y tú?.
Revisalo nuevamente y suprime todas las palabras redundantes.Luego cuélgalo en el blogs.
Ten en cuenta el tamaño y familia tipográfica: 12 puntos y Time.
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