ORGULLO LIBERTEÑO:

GRUPOS LITERARIOS DE ANTAÑO
El literato como el periodista nacen con ese don de querer escribir. Sin embargo, el talento innato no es suficiente. Muchos liberteños, paisanos nuestros y ex estudiantes de diferentes universidades del Perú, lograron sobresalir en estos campos gracias a las enseñanzas de grandes maestros. Todo esto les permitió ser galardonados y premiados por reconocidas instituciones.

Estos hombres han sabido ilustrar a la sociedad a través de sus escritos, como lo demuestra Hipólito Unanue y José Faustino Sánchez Carrión, al mencionar que “lo cortés no quita lo valiente”. Así como ellos, muchos demostraron que escribir no es un simple acto, sino es el arte de expresar de manera escrita lo que sienten y piensan.

Los grupos como La Primavera, Grupo Trujillo, Cuadernos Trimestrales, Peña del Mar, Trilce y Aramauta, son los más resaltantes de la época. Aunque no han sido los únicos, estos grupos se han convertido en parte de nuestra vida dejándonos significativos ejemplos del verdadero amor por el trabajo y arte del saber escribir.

Cada revista expresó una identidad propia. El quincenario La Primavera tuvo grandes escritores que lucharon para que sus frutos intelectuales sean leídos y reconocidos por todos. Este medio se fundó como “órgano literario de la juventud de Trujillo” que informaba sobre acontecimientos políticos, institucionales y sociales de la época, insertó la columna de Sucesos y Comentarios, escrita por Belit Bet generando polémica y expectativa.
La Primavera cumplió una dinámica labor de difusión en la producción literaria convirtiéndose en el informativo de la actividad cultural peruana e internacional. Contó con excelentes escritores como Eduardo González, Raúl Edmundo Haya, María Tránsito Puga y Reyna, entre otros.

El Grupo Trujillo emerge con un sentimiento artístico consciente de su misión histórica. Se integró por “un grupo homogéneo y afín de jóvenes intelectuales y artistas anhelosos de decir su mensaje”.
Fundaron el diario “El Norte”, el 1° de febrero de 1923 que tuvo como director a Alcides Spelucín y Antenor Orrego como director periodístico.
Teodoro Rivero Ayllón escribe “Era, en torno a la figura señera de Antenor Orrego, mentor y guía de esa generación, un grupo juvenil, inteligente y artista, hermanado por cordiales vínculos y afinidades espirituales, por su inquietud y su capacidad para la acción”.
Conformaban dicha élite las siguientes luminarias: Antenor Orrego, César Vallejo, Víctor Raúl Haya de la Torre, Alcides Spelucín, Ciro Alegría, Luis Valle Goicochea, entre otros.
El diario “El Norte” resultó pequeño para sus escritos, por lo que fundaron “La Reforma” y La Libertad, en Trujillo y Amauta, de José Carlos Mariátegui, en Lima.

“Cuadernos Trimestrales” junto con Garrido Malaver, Florián, Jibaja, Luis Carnero Checa, Alfonso Vásquez Arrieta y Guillermo Carnero Hoke cultivaron la poesía, teniendo seis ediciones exitosas en Lima. Cada número aparecía con un título de gran contenido poético.
Por la voluntad de un grupo de jóvenes enamorados de la literatura, pero también de la amistad y la vida, nació el grupo Peña del Mar. Para Manuel Jesús Orbegoso lo más interesante era equiparar sus sentimientos solidarios entre sí; creyendo más en la estética del corazón que en el de la cabeza, propuso oficializar el grupo bajo la égida de la libre expresión de la palabra, el sentimiento y la alegría juvenil, ya sea en prosa o en verso.

La iniciativa del profesor de Literatura ascopano Teodoro Rivero Ayllón, el poeta otuzcano Juan Paredes Carbonell y el caricaturista trujillano Manlio Holguín Gómez se ideó en 1958 el Grupo Trilce siendo la mayoría de los trilcistas estudiantes de la UNT, reuniendo a poetas como: Julio Alarcón Cabrera, Claudio Espejo Lizárraga, Rogelio Gallardo Bocanegra, El historiador Cristóbal Campana Delgado y los pintores Macedonio de la Torre, Gerardo Chávez, Armando Reyes Castro y Lorenzo Osores; los narradores: Eduardo Gonzáles Viaña, Jorge Díaz Herrera, entre otros. Trilce se había consolidado por encima de las diferencias ideológicas.

El “Grupo Aramauta” nació de unir los vocablos quechuas haravicu (poeta) y amauta (sabio). Después de los escritores fundadores del grupo se integraron después Víctor Julio Ortecho Villena, Segundo Llanos Horna, Carlos del Río León, Julio Lázaro Alfaro, Robinson Velásquez Díaz, Mario Romero Castañeda, Manuel Soria y Consuelo Tirado Villacorta.

Ahora los estudiantes no tienen interés en la literatura, siendo uno de los países donde menos se lee. Este es un reto que tienen los medios de comunicación y las universidades para incentivar a las personas que ingresen a este maravilloso mundo literario.
A finales del siglo XX, la UNT, las universidades privadas Antenor Orrego, Privada del Norte y César Vallejo y la Católica se unieron apostando por la literatura. Se formaron grupos como: GAT (Grupo Arte Trujillo), Continente, Greda, Runakay y Nuevo Amanecer que reunió a poetas, lingüistas, pintores y articulistas tanto en prosa como en verso.

Con el tiempo la mujer fue presentando también sus dotes literarios y la marginación comenzó a desaparecer. Se fundó una agrupación de escritoras norteñas liderada por Teresa Guerra García de Rodríguez Nache. Hoy la revista Somos Mujeres dirigida por la asociada Cristina Alvarado de Cava se convirtió en un vehículo de convocatoria para que las mujeres dejen fluir sus fantasías en la literatura. Esta asociación no tiene fines de lucro y se conforma por mujeres y hombres profesionales voluntarios, que dedican tiempo, competencia y recursos para mejorar las condiciones infrahumanas de la Mujer en La Libertad. Tiene como ideología la humanización plena de la mujer; promoviendo políticas conducentes a la igualdad de género, al desarrollo integral de las capacidades, a la erradicación de la pobreza, la marginalidad y la postración deshumanizada de la Mujer.

Nuestro departamento tiene mucha tradición y actualidad literaria para ofrecer, no sólo los hombres resaltan sino también elocuentes mujeres pueden transmitir mensajes literarios, con el único objetivo: engrandecer la lectura y el interés del lector, transportándolo a un mundo de ficción y realidad, incentivándolos a que sigan los pasos de los maestros de antaño.