lunes, 4 de junio de 2007

Al auge del extasis dile no

La constante agitación, propia de la adolescencia, motivada a la vez por el redescubrimiento de una personalidad muchas veces alienada por las culturas del primer orbe. Estos jóvenes en constante reconstrucción, acicalada con la curiosidad, y la necesidad de experimentar, son algunos de los factores que nos conducen al porqué del incremento del consumo de éxtasis en la Sociedad Occidental actual.

una exploración vertiginosa por localizar un lugar en el Cosmos, cuando creen haber encontrado el elixir de una diversión sin límites, es cuando las llamadas "pastillas del amor" les incorporen en una dimensión distorsionada en el que rige la decadencia, la depresión y un grave peligro de expiración. Desde la fiesta de la Paz en Woostock en 1969, hasta el Love Parade en Berlín han transcurrido 25 años.

todo este tiempo han desembarcado en la sociedad la música electrónica, los DJ's y las drogas de diseño, menos inofensivas de lo que en un principio se pensaba. Del famoso "haz el amor y no la guerra" hemos pasado sencillamente al "love". ¿Cómo pasar ahora del simplista "No a las drogas", propio de mentes puritanas y fuera de lugar , a decir "algo más"?

Uno de los últimos estudios llevados a cabo en España sobre el consumo de drogas de diseño, realizado por ELZO en 1999, aportaba que de un 31% de los jóvenes españoles entre 15 y 24 años a los que les gustaba la música techno, el 4'9% había probado en alguna ocasión el éxtasis.


aparte. Mientras en España se habla de siete u ocho muertes a lo largo de la última década, en Inglaterra los datos indican que cada año se producen siete muertes, de un millón de consumidores que existen. En España las cifras no se conocen de una manera exacta, esto era en el año 2000, un grave fracaso que no es exagerado imputar al Observatorio Español sobre Drogodependencias.
Por otra parte el DAWN, el sistema de información sobre drogas de USA, no incluía entre sus datos de mortalidad el éxtasis (MDMA) por su escaso número de muertes, esto hasta el año 2000, a partir de entonces ya figura como nueva categoría de "club drugs" (las más peligrosas). El aumento de víctimas mortales por las drogas de diseño, parece que está haciendo despertar a la sociedad sobre la realidad urbana juvenil.


Discotecas, salas o pubs: se apagan las luces, el alcohol en la barra o un improvisado botellón (más económico), trasiego de pastillas y comienza la fiesta. El final puede llegar en cualquier momento de la noche o al amanecer, cuando la euforia y las mil y una sensaciones sean sólo una miserable sustancia que al ocupar la sangre del mancebo de 16 años, haya hecho verdaderos estragos en su organismo. La compasión no existe por su escaso grado de conciencia al actuar. Por ello es trascendental el cuidado que sus progenitores les inculquen en sus mentes durante esta etapa transitoria de su vida.

2 comentarios:

Gonzalo Del Rosario dijo...

Bueno si tienen la plata para tomar una pepa de éxtasis, bien por ellos, porque no creo que la gran mayoría de la población peruana logre adquirirla.

Johnny Lingam dijo...

¡7 Muertes por cada millón de consumidores! Horrible, sin duda. Habrá que pasarse al alcohol, que sólo mata a 1.100 consumidores por millón.